viernes, 27 de junio de 2014

SEMANA SANTA

LA SEMANA SANTA LLEGA A NAVARRA
Mucho ha cambiado la Semana Santa desde hace unos años. Antes se cubrían los altares con velos, por lo general, oscuros; aunque en algunos pueblos se utilizaban telas blancas. En determinadas localidades, se sacaban los altares a la calle, y, en todos ellos, se hacían procesiones. Había costumbre de guardar vigilia y hacer penitencia, y las mujeres iban a la iglesia con mantilla en la cabeza.
Se mantienen las procesiones, como la del “Via Crucis”, que, aunque en algunas localidades se celebran durante toda la cuaresma, juegan un papel principal en la Semana Santa, destacando la procesión de Viernes Santo, con música, cofrades encapuchados, penitentes con promesas a Dios… En la procesión, además de los mozorros, en algunos pueblos, los quintos portan algunos de los pasos. Antes, los pasos se llevaban sobre los hombros. Ahora es más fácil, ya que la mayoría de las imágenes se transportan en “carros” con ruedas. En la actualidad, aún se mantienen determinadas tradiciones, que admiten flagelaciones y torturas a modo de penitencia; algunos caminan descalzos, atados con cadenas…
Antes, en Semana Santa, sólo se escuchaban saetas, canciones de origen andaluz que se cantaban en las procesiones; originariamente, versos de dolor por el Cristo de la Pasión. Una de las más famosas es la que está dedicada al “Cristo de los Gitanos”, interpretada, entre otros, por renombrados artistas, como Serrat y Camarón. En relación al Cristo de los Gitanos, otro famoso personaje que se asocia al mismo, es Federico García Lorca, con su obra literaria “El romancero gitano”.
En todos los pueblos hay tradiciones relacionadas con los oficios, algunas comunes; pero, aún así, existen diferencias entre diversas comunidades, en la forma de celebrar la Semana Santa: P. ej. En Andalucía, el rito es más pasional, más folclórico, mientras que en Castilla destaca por su misticismo y espiritualidad.
A nivel gastronómico, podemos hablar de costumbres, como comer torrijas (conocidas como “randillas” en Tudela). En contraposición, no hay que olvidar los ayunos típicos de esta época, la abstinencia, y la “prohibición” de comer carne (excepto a aquellos que disponían de bula, bien por pagar un tributo por ello, bien por estar enfermos o debido a su corta o avanzada edad.
Hace años, en Semana Santa, se cerraban los establecimientos y bares, y en la radio y en la televisión se emitían programas especiales.
Algunos piensan que estas tradiciones deben mantenerse; otros, mantienen que la religión es algo absurdo y sin sentido.
En relación a lo anterior, en la actualidad, algunos defienden que existe una tendencia a la laicización de la sociedad; lo cual conlleva que algunas de las tradiciones de antaño se vayan perdiendo progresivamente. No obstante, es cierto que las procesiones atraen gran cantidad de turismo, con el efecto económico que ello conlleva.
En este centro, San Francisco Javier, también se celebra la Semana Santa de un modo especial, con actos litúrgicos del rito católico.
Aunque muchos aprovechan para irse de vacaciones, algunos se siguen emocionando con los actos sacros que se realizan en estos días.
Resumiendo, lo importante es, al fin, que cada uno de nosotros celebra estos días a su manera y la disfruta desde su propio punto de vista.


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