jueves, 20 de diciembre de 2012

ECONOMÍA SEXUAL

Reich se dispuso a combatir las enfermedades mentales a través de la liberación de las tensiones musculares crónicas, lo que dio resultados notables. Reich abrazaba, retorcía y estiraba los cuerpos de los pacientes hasta que rompían a llorar o vomitaban, liberándose. Más adelante llegó incluso a asegurar que el cuerpo humano no era muy distinto al de un gusano; y elaboró un sistema de curación que consiste en el desbloqueo progresivo de los diversos segmentos que componen nuestro organismo: cráneo, cuello, diafragma, vientre y cadera.

La salud mental de una persona se puede medir por su potencial orgásmico. Esto quiere decir que un individuo psíquicamente sano disfruta del sexo libremente, sin traumas ni inhibiciones, y una persona neurótica no. Reich se volcó en el cuerpo físico. Reich descubrió que las personas no neuróticas

manifestaban el reflejo de orgasmo, consistente en el movimiento involuntario, incontrolable y repetido de la cadera a la hora de la descarga orgásmica.

La misión de Reich consistía en derribar las barreras que bloqueaban el libre flujo de energía psíquica del paciente.

La represión para que sea eficaz tiene que ser inconsciente. La vida no significa nada, simplemente funciona; No hay significante ni significado. La vida es inmanente en sí misma. El funcionamiento de la vida es trascendente. La materia es trascendente. Ejemplos: El ADN funciona como se monta, sin formar una estructura.

Después de esta digresión, pasemos a saber más sobre economía sexual. La psique de una persona y su musculatura son funcionalmente equivalentes. Reich plantea que los bloqueos psíquicos se corresponden a contracciones musculares crónicas.

La expansión corresponde al placer y la contracción se corresponde con el dolor y la angustia. La vida se corresponde con el principio del placer. Reich descubrió que la energía vital era equivalente al concepto de fuerza de trabajo de Marx.

Para Reich el sexo y el trabajo entretienen una relación bioenergética. La primacía de lo inconsciente, el papel central de la represión sexual en la psicopatología. Llevó los postulados de Freud al extremo. A Freud le frenaba los intereses burgueses.

Para Reich la mayor parte de la población sufre patologías mentales y vive en condiciones de fuerte represión sexual. El dominio de una clase sobre otra necesita que la mayor parte de la población sufra una atrofia en su vida sexual, pues eso garantiza a las clases dominantes individuos pasivos y que acaten la

autoridad sin cuestionamientos.

La sociedad capitalista tan civilizada reprime al individuo dos veces: 1º, te quita las ganas naturales de trabajar, que es necesario para el funcionamiento del sistema. Y 2º, te castigan si no trabajas. La finalidad del capitalismo es el justo medio: trabajar obligatoriamente. No es lo mismo que el trajo sea un derecho, como dicen los sindicatos, que el trabajo sea una responsabilidad, un deber.

Se reprime las ganas de trabajar por placer a raíz de las frustraciones sexuales. El impulso vital se divide funcionalmente por un lado en sexualidad y en trabajo. Si se sufre una frustración erótica en la infancia con la madre autoritaria, por necesidad del sistema. Y empieza el bloqueo de la energía en determinado anillo del cuerpo humano que detrae energía de la función para el trabajo. Entonces los inhibidores sexuales empiezan a trabajar interrumpidamente por fantasías sexuales conscientes pero también inconscientes. Se dice que lo que nos gusta es el sexo, que se convierte a raíz del bloqueo en compulsivo y no el trabajo. Se trabaja por compulsión y coacción.

Esto nos lleva al postulado de la Democracia del trabajo, que se distingue de politiquería edípica. Ahora sólo la democracia llega a la política; a nombrar al político que nos va a mandar. La verdadera democracia llega a las esferas del trabajo, de la familia, etc...

Voy a contar un pasaje que sirve para descubrir lo que debe ser una democracia del trabajo. Hay ingeniero que intente arreglar un motor. La gente que pasa emite sus opiniones democráticas sobre el hecho del arreglo del motor; pasa una señora y dice que el hombre está muy sucio, otro que no va a arreglar el motor, otro que él lo haría mejor, etc… Hasta que pasa otro ingeniero que le dice que en verdad está su colega en verdaderas dificultades y se pone, manos a la obra, a ayudarle y ver en donde se equivoca su compañero. En la democracia del trabajo hay que saber de que se habla, no ocultando nada. Colaboración de trabajadores que crean plusvalía que pertenece a todos los individuos-trabajadores.

Reich abandonó el materialismo dialéctico por el funcionalismo. El deseo es lo real que no carece de nada y que Marx lo descubrió con el concepto de pasión

como objeto natural y sensible. Es el mercado el que le interesa introducir la carencia o escasez en lo abundante de la producción. Por eso el paro les interesa a los empresarios.

La fórmula de la función del orgasmo se reduce a tensión mecánica-carga eléctrica-descarga eléctrica-distensión mecánica que producen una energía vital, cuyas partículas son los biones.

Al volcarse la Antiproducción sobre la producción es cuando la economía no marcha a pleno rendimiento. Es ahí donde se instala el mercado y la necesidad con la ley de la oferta y la demanda. La superproducción supone la crisis del capitalismo y el paso a otra economía socialista que la integre. El comercio debe ser desigual para que funcione. De ahí sale la plusvalía del Tercer mundo. El desarrollo en el centro está en función del subdesarrollo en la periferia. Y el que sale primero explota a todos los demás: el país con mayor productividad del trabajo en cada etapa económica.

La economía sexual es la misma que la economía política. Son la misma economía pero con una diferencia de régimen. Si son dos energías diferentes: una la exterior o social que se mueve por los mecanismos del dinero y otra que dobla a la primera y ajusticiable por el psicoanálisis, que se encarga de lo inhibido, tratando de llevarla a la realidad exterior. La realidad psíquica se convierte en un fantasma de grupo. Los socialistas utópicos escribían fantasmas de grupo.

Volviendo a la nueva medicina de Reich, encontramos la diferencia entre los nervios simpático y parasimpático: el simpático se activa en situaciones de angustia y el parasimpático en situaciones de expansión emocional. Puede llegarse a una simpaticotonía donde el nervio simpático actúe en todo momento

cuando no le corresponde produciendo una perturbación psíquica y una mala vida sexual. Cuando hay una parasimpaticotonía domina la relajación del carácter genital. Debe haber equilibrio entre los dos nervios autónomos reflejando el modo alternativo entre la sexualidad y el trabajo de la energía vital.



La energía vital se la denomina en el “ Anti-Edipo “ producción deseante. De esta sale la producción social en condiciones determinadas. El inconsciente es productivo. Son la misma producción en condiciones determinadas. El deseo produce lo Real, el vacío está en la organización molar. Esto es la psiquiatría materialista: introducir el deseo en el mecanismo y la producción en el deseo.

Se constituye el proceso productivo.

Antes de que existieran las máquinas técnicas el inconsciente ya se autoproducía, siendo sus productos los órganos, los cuerpos de los animales y plantas que se desarrollaban siguiendo en su progreso las leyes de la evolución de Darwin. El inconsciente productivo puede ir en dos direcciones: su acumulación en masas de individuos de la misma especie, y otra en la dirección del perfeccionamiento del individuo. La máquina social puede apoyar este segundo aspecto o reaccionar sobre la producción deseante del inconsciente. Esto sería la producción material económica. Sólo existe el deseo y lo social.

Por eso el deseo es lo real en sí mismo, no carece de nada. Es la máquina social la se encarga de contraproducir, de vacualizar en la abundante producción. Esto se consigue echando sobre la producción la Antiproducción que se apropia de las fuerzas productivas intensivas.

La producción social es la producción deseante en condiciones determinadas. La esquizofrenia es la producción del deseo y de las máquinas deseantes. Una máquina desante está formada por el corte de un flujo por un objeto parcial, de tal manera que todo es máquina de máquina. La máquina fuente está conectada con la máquina asociada, la máquina objeto. De ahí que el producir se confunde con el producto y va a dar un resto al sujeto nómada y vagabundo. La organización molar es la que destituye al deseo en su objetividad. Práctica del vacío de una clase dominante creando la economía de mercado.

Se ha sustituido el inconsciente productivo como fábrica por un inconsciente que sólo sabe expresarse, sustituido por un teatro muy antiguo. El inconsciente se autoproduce con sus síntesis pasivas del deseo maquinando los objetos parciales, los flujos y los cuerpos. Sobre esto se apoya la Antiproducción social que se apropia de las fuerzas productivas. El capitalismo a pleno rendimiento desaparecería, se convertiría en una Democracia del Trabajo. El mercado lo conforma la Antiproducción social que se vuelca sobre la Producción. De ahí surge el abyecto miedo a carecer, que hace que las masas sean dóciles.


CARLOS SANTOS


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